En la Provincia de Alicante, uno de los sectores económicos con más peso es el sector turístico y hotelero. El número de hoteles en la Provincia es elevado, y cada año aumenta su consumo energético. Los estándares de confort han aumentado, lo que se traduce en un mayor gasto energético para proporcionar bienestar al cliente. En el escenario actual, la factura energética se ha convertido en uno de los mayores gastos de los hoteles, por lo que una reducción favorecería la competitividad y mejoraría su imagen, puesto que la sociedad cada vez demanda más actitudes sostenibles.
Con una reducción del consumo energético, se reducen las emisiones de CO2 a la atmósfera, y para conseguirlo es necesaria la adopción de una serie de medidas de diferente alcance, y, por supuesto, la implicación de directivos, técnicos de mantenimiento, personal del hotel y clientes.
Para conseguir un ahorro energético, es decir, una disminución en el consumo, son muy útiles las conocidas como “buenas prácticas”, a las que se dedica esta guía.
Se trata de pequeños gestos que aparentemente no conllevan ahorros significativos por si solos, pero que aplicados en conjunto de una forma habitual, se traducen en una reducción del consumo a tener en cuenta.
Por otra parte, la eficiencia energética consiste en obtener mejores resultados con un menor gasto energético, como por ejemplo mantener la temperatura adecuada en una habitación con un menor consumo. También hay buenas prácticas que nos ayudan a mejorar la eficiencia energética de nuestro establecimiento.
En primer lugar, sería interesante diferenciar los tipos de energía que se utilizan habitualmente en los hoteles.
La fuente energética con más peso es la electricidad. Con ella funciona la iluminación, el aire acondicionado y en muchos casos la calefacción si esta es por aire, los grandes electrodomésticos, como lavadoras, secadoras, cámaras frigoríficas, y los pequeños electrodomésticos como planchas, aspiradoras etc.
Las cocinas suelen funcionar a gas, y el agua caliente puede obtenerse con calderas de gas o gasóleo.
Los consumos más elevados, los producen los aparatos que producen calor y frío, por lo que parece evidente que los mayores consumidores serán los aparatos de calefacción, las calderas para conseguir agua caliente, las secadoras, las planchas y en el caso de las cámaras frigoríficas, su consumo es significativo al funcionar las 24 horas del día.
Aplicando pequeñas acciones a nuestra rutina diaria podemos conseguir pequeños ahorros diarios, de forma que si todo el personal las aplica y se es constante en el tiempo, esto se traducirá en una mayor eficiencia en el uso de los recursos y un ahorro importante en el total del consumo del hotel.