Información para el turista

 

Climatización

  • En invierno una temperatura interior de entre 19º y 20º C es suficiente para obtener una buena sensación de confort térmico. Durante la noche puede reducirse hasta los 16º ó 17º C. Sin embargo, en verano este ambiente de bienestar se alcanza con una temperatura de 25º C. Por cada grado que se aumente la calefacción o refrigeración se consume un 8% más de energía.
  • Es recomendable el uso de ventiladores frente a los aparatos de aire acondicionado. Esto no se debe sólo a su menor consumo, sino también a la disminución de problemas de alergias o molestias derivadas de la falta de un adecuado mantenimiento de los equipos refrigerantes.
  • El uso de protecciones solares, como persianas y toldos, permiten aumentar el bienestar interior de la vivienda y reducir el consumo del aire acondicionado. Bájalos a primera hora de la mañana para evitar la radiación solar directa y recógelas por la noche. Este gesto, combinado con la ventilación cruzada de las estancias, obtendrás de forma sencilla y eficiente una mejora en el bienestar térmico.
  • Apagar los aparatos climatizadores cuando las estancias se encuentren desocupadas.
  • Desconecta el aire acondicionado o calefacción si vas a abrir las ventanas.

 

Ahorro de agua

  • El consumo de una ducha oscila entre los 30-40 litros de agua frente a los 120 litros de un baño. Ten en cuenta que el ahorro de agua se traduce en ahorro de energía, por ejemplo, ahorrarás energía necesaria para que las bombas de impulsión lleven el agua hasta tu casa.
  • Mientras dure la estancia en el hotel, reutiliza las toallas en lugar de enviarlas a la lavandería cada día. Ahorraremos agua y energía al mismo tiempo que ayudaremos a preservar el medio ambiente.
  • Cuando vayamos a utilizar el agua caliente, debemos abrir el grifo en el punto de agua fría para evitar el consumo de energía innecesaria. Abrir el grifo monomando en el centro pone en funcionamiento de inmediato la caldera, aunque de no llegue el agua caliente al instante.

 

Iluminación

  • No hay que dejar las luces encendidas cuando la estancia está desocupada.
  • Ilumina lo que necesites iluminar. Un exceso de iluminación crea un ambiente incómodo y un gasto energético innecesario.
  • Asegúrate de apagar los dispositivos electrónicos con el interruptor, para evitar que queden en estado “permanente” (o stand by), ya que siguen consumiendo energía.

 

Transporte

  • Cuando el uso del coche sea indispensable, es interesante su combinación con diferentes transportes públicos para moverse dentro de los cascos urbanos o ir a la playa.
  • El uso del transporte público siempre es una opción más económica, cómoda y sostenible que el coche. Infórmate de las distintas opciones en los puntos de información municipal que existen y úsalas.
  • El uso del transporte público siempre es una opción más económica, cómoda y sostenible que el coche. Infórmate de las distintas opciones en los puntos de información municipal que existen y úsalas.
  • Ir a pie o en bicicleta es mucho más rápido y eficiente que ir en coche para desplazamientos cortos y medios. Infórmate de la existencia de bicicletas de alquiler en la localidad en la que pasas tus vacaciones.
  • Si tienes que alquilar un coche para tus desplazamientos, procura que su consumo de combustible sea el mínimo posible. Este tipo de coches llevan una etiqueta de clasificación energética verde tipo A, B o C.
  • Conduce de manera eficiente, sin acelerones ni frenadas bruscas, siempre dentro de los límites de velocidad permitidas.

 

En el apartamento

  • Bajar los toldos y persianas frena la radiación que entra en la vivienda manteniéndola fresca durante el día
  • Siempre que sea posible, aprovecha la iluminación natural.
  • Dedica al menos diez minutos al día, preferiblemente cuando haya poca exposición solar durante la mañana o noche, para ventilar la vivienda. La refrescaremos y ahorraremos en climatización.
  • Llena siempre la lavadora al máximo antes de ponerla en marcha, sin llegar a sobrecargarla, procurando utilizar los ciclos económicos y cortos. Ahorrarás agua y energía y cuidarás tu ropa.
  • Si es posible, evita el uso de la secadora. Recuerda que el sol y el aire son la mejor manera de secar tu ropa, y más en verano.
  • Recicla. Separa la basura orgánica de envases, vidrio o papel y usa el contenedor adecuado para cada residuo. Ahorraremos energía en la fabricación del nuevo producto y mantendremos el medio ambiente más limpio.