Motores eléctricos

Los motores eléctricos transforman la energía eléctrica en energía mecánica para el accionamiento de equipos industriales mediante un eje rotatorio.

En la  industria alicantina se utilizan  en una gran cantidad de procesos, teniendo gran relevancia sobre todo los motores de inducción dada su simplicidad, bajo coste, economía y fiabilidad.

La eficiencia energética de un motor eléctrico depende de diferentes factores como son la eficiencia del motor, control de velocidad del motor, dimensionamiento adecuado, calidad del suministro eléctrico, disipación de pérdidas, transmisión mecánica, mantenimiento y eficiencia mecánica (bombas, ventiladores, compresores, etc).

 

MEDIDAS DE AHORRO Y EFICIENCIA ENERGÉTICA

 

– Utilización de motores de alto rendimiento. (Ahorro superior al 2%)

Son motores fabricados con materiales de mayor calidad cuya eficiencia supera el 90%. La comisión Europea establece tres niveles de eficiencia energética; EFF1 ó IE2 Motor de alto rendimiento, EFF2 ó IE1 Motor de rendimiento mejorado y EFF3 Motor de rendimiento estándar. Los motores de alto rendimiento consumen menos energía para desarrollar la misma potencia que un motor eléctrico inductivo convencional

Actualmente solo es posible la comercialización de motores EFF1 de alto rendimiento.

 

– Instalación de variadores de frecuencia. (Ahorro superior al 4%)

Para el control de bombas y ventiladores se utilizan convertidores/variadores de frecuencia para controlar al velocidad del motor mediante la modificación de la frecuencia de la tensión que recibe el motor, consiguiendo que esta se adecue a las condiciones impuestas por la carga.

Concretamente, en los casos de bombeo de fluidos líquidos y ventilación, que se requiere regulación del caudal, se puede conseguir ahorros importantes si el margen de regulación que se requiere es relativamente elevado y las horas de funcionamiento del conjunto son también elevadas.

 

– Selección del motor. Punto de funcionamiento.

El dimensionamiento de los motores es muy importante. El rendimiento máximo se consigue entre el 75 y el 85% de la carga nominal, a menores cargas, el rendimiento disminuye de forma importante, con lo que hay que evitar los sobredimensionamientos.