Cocina
En los establecimientos hoteleros, y más si se trata de complejos de cierta envergadura, gran parte de la Energía consumida corresponde a la cocina y la restauración.
Los equipos eléctricos y de gas que se utilizan (fogones, hornos, cámaras frigoríficas, lavavajillas industriales etc) son grandes consumidores de energía, por lo que se debe prestar atención a que sean lo más eficientes energéticamente posible.
Una correcta distribución funcional de las cocinas, alejando cámaras y cuartos fríos de hornos y fogones, permite ahorrar energía. También el cambio de combustible a gas natural proporciona ahorro económico y reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera, al ser más barato y eficiente.
Como en todos los casos, la implicación del personal, incorporando gestos que ahorren energía en su trabajo diario, permite reducir la factura energética de vuestro establecimiento.